Domingo, 31 de marzo

El trabajo subordinado encabezó el crecimiento de la población ocupada en el segundo mes del año, pero la mayoría de las personas que encontraron un empleo lo hizo sin acceso a prestaciones y seguridad social, además de hacerlo con jornadas extensas. 

Los puestos de trabajo generados durante el segundo mes del año fueron el balance de una reducción en el renglón de empleadores y trabajadores por cuenta propia, y un crecimiento del trabajo subordinado con 668,307 plazas y el trabajo remunerado, el cual aportó 82,283 puestos laborales.

Pese al fortalecimiento del trabajo subordinado, la calidad de empleo se deterioró. La población asalariada que no tiene acceso a prestaciones mínimas de ley creció en 781,723 personas, es decir, todos los que se sumaron a una ocupación lo hicieron en esta condición.

Con este comportamiento, la proporción de personas asalariadas que carece de prestaciones pasó de 31.5 a 32.9% de este renglón entre enero y febrero, y rompió con una tendencia a la baja en los últimos tres meses.

El acceso a la seguridad social tuvo un comportamiento similar. Pese a ser un derecho de todo trabajador con un empleador, el 83% de las personas que obtuvo un trabajo asalariado, lo consiguió sin afiliación a una institución de salud, esto representa cerca de 557,000 ocupados.

“Hay que recordar que se han dado distintos cambios en política salarial, en temas relacionados con las prestaciones. Recientemente tuvimos la discusión asociada al aguinaldo, pero hemos tenido discusiones en torno a las vacaciones, la contratación por outsourcing y, aunque son aspectos deseables y de responsabilidad con los trabajadores, la carga de todo ese paquete la ha absorbido de manera más intensa los empleadores”, apunta Víctor Gómez Ayala, director de Analítica de Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Si bien los avances legales en materia laboral han sido necesarios, la velocidad y el contexto en el que se han presentado ha orillado a las pequeñas empresas a la informalidad laboral como medio de subsistencia, opina el especialista.

El crecimiento de la ocupación en febrero estuvo acompañado también de jornadas laborales extensas. Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se sumaron 1.2 millones de trabajadores subordinados a la población que labora más de 48 horas por semana; es decir, por arriba del máximo legal establecido por la Ley Federal del Trabajo (LFT).

El vínculo con la informalidad 

De todos los empleos creados en febrero, cerca del 97% se concentró en la informalidad, esto representa que poco más de 476,000 personas encontraron una ocupación en la economía informal.

Si bien el crecimiento de este sector es también un indicio del nivel de confianza en la actividad económica, pues la informalidad tiende a bajar cuando se presentan signos de desaceleración en la economía, los puestos de trabajo suelen ser de menor calidad, indica Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex.

“Sin duda lo deseable es que el sector formal aumente en una mayor proporción y que la informalidad disminuya el peso que tiene en el empleo en México”, señala la especialista.

En eso coincide Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, el nivel que tiene la tasa de informalidad implica que más de 33 millones de personas no cuentan con protección social.

“Esta tasa significa que existen 32.4 millones de personas en situación de vulnerabilidad, ya que su relación laboral no es reconocida por su patrón o trabaja en el sector informal, algo que suele ir de la mano de salarios injustos y carencia de protección social”, subraya la especialista.

Con la mayoría de las personas incorporándose en febrero a la economía informal, la tasa de informalidad tuvo un crecimiento mensual de 0.4 puntos porcentuales para ubicarse en 54.5% de la fuerza laboral, éste fue el segundo mes consecutivo con incremento.