Miércoles,12 de junio 2024.

La cantante francesa, quien popularizó el icónico diseño de placas de oro creado por el diseñador, ha fallecido a los 80 años.

En sus memorias contaba que “simplemente era una chica hogareña”, una persona que intentó vencer su timidez e insuguridades al convertirse, sin buscarlo, en un auténtico icono de la cultura pop. Françoise Hardy saltó a la fama en otoño 1962, con tan solo 22 años, tras interpretar en la televisión francesa durante una noche electoral su primera canción, Tous les garçons et les filles, ahora convertida en un himno. Comenzó a componer cuando era una adolescente, y a pesar de no soportar la atención recibida en el escenario -terminó abandonando las actuaciones en directo-, siguió cantando hasta publicar una treintena de álbumes. Su voz suave, su belleza natural, sus ojos tristes y su personalidad melancólica hicieron que el mundo se obsesionase con ella, incluidos los diseñadores de moda del momento, como Paco Rabanne, Yves Saint Laurent o André Courrèges.

En 1963 la artista se alzaba con el quinto puesto en Eurovisión representando a Mónaco y pronto comenzó a protagonizar editoriales de moda. En su estilo minimalista, encarnación de la estética parisina bohemia y chic de su ciudad natal, se colaban de vez en cuando tendencias sesenteras a todo color. Quizá su afán de alejarse del halo de femme fatal y sensualidad que caracterizaban a otros iconos de la época, la llevó a confiar en los modistos más vanguardistas del momento. Nació entonces su historia de amor -estrictamente profesional- con Paco Rabanne, convirtiéndose en una de las musas del diseñador español.

Estrenó el vestido más caro de la historia

Antes de convertirse en uno de los diseñadores más transgresores de la historia, Paco Rabanne estudió Arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París. Una titulación que influyó directamente en sus creaciones, pues destacaba por sus imposibles diseños de materiales inusuales como el aluminio, los cuales lograron que la mismísima Coco Chanel le bautizara con el apodo de “el metalúrgico de la moda”. Fue en 1968 cuando presentó una de sus piezas maestras, todo un desafío de la costura y, hasta la fecha, el vestido más caro de la historia. Se trataba de aquel de manga larga realizado con placas de oro y diamantes engastados, que llevó a conocerse como “el vestido Hardy”. Diseñador y musa terminaron fraguando una amistad que duró hasta la muerte del primero, en 2023.

La noticia del fallecimiento de la cantante la conocíamos este martes por la noche a través de un mensaje del hijo de Hardy, Thomas Dutronc, en redes sociales: “Mamá se ha ido”, escribía junto a una instantánea en la que una jovencísima Françoise posaba con él en brazos cuando era bebé. Fallecía a los 80 años después de haber superado un cáncer linfático en el 2004 y padecer desde el 2015 un cáncer de laringe con el que ha batallado hasta ahora y que le ha llevado a defender en varias ocasiones y de forma pública una muerte digna.