Lunes, 19 de agosto de 2024.

En el reinicio de sus actividades, la aerolínea operada por el Ejército realiza apenas ocho vuelos al día en promedio.

A más de siete meses de reiniciar operaciones tras una quiebra, la Aerolínea del Estado Mexicano, conocida como Mexicana de Aviación, no logra “despegar” y mantiene bajos números de operaciones, a pesar de las millonarias inversiones del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

Reinició labores el 26 de diciembre de 2023. Entre diciembre y junio pasados suma 121 mil 224 pasajeros, quienes decidieron volar en alguno de los mil 504 vuelos emprendidos por la aerolínea. Esto representa un promedio de apenas 80 personas por vuelo y sólo ocho vuelos diarios. 

Antonio Ruíz Porras, coordinador del Doctorado en Estudios Económicos de la Universidad de Guadalajara, indica que en este momento es una empresa inviable y es un error intentar sostenerla bajo este esquema, pues según la información de los ingresos, comparada con el recurso que se le inyecta desde la Federación para su operación, podría llegar a convertirse en una deuda para los mexicanos. “Es difícil decir que sea una política sustentable en el largo plazo… muy probablemente veremos costos adicionales. Si hacemos cuentas, sólo se han obtenido 121 millones de pesos de ingresos por las operaciones vendidas, esto con datos de la empresa al mes de junio. Entonces tenemos una deuda de 915 millones de pesos, considerando únicamente lo que costó la compra de la aerolínea y lo destinado este año para su operación”.

el Gobierno tiene dos opciones: replantear la estrategia para sostener a la empresa pagada con el erario; de lo contrario, su sistema podría volver a colapsar. Y que la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, considere acuerdos con el empresariado mexicano para generar una inyección de recursos que fortalezca a la aerolínea.

Tras una serie de procesos judiciales y comerciales, el Gobierno adquirió la empresa por 815 millones de pesos y destinó 100 millones para el primer año de operaciones. 

Al corte más reciente de junio, Mexicana de Aviación contaba con cuatro aeronaves: dos modelos Boeing 737-800 (para 180 pasajeros), donadas por la Fuerza Aérea Mexicana, y dos Embraer 145 (para 50 personas), arrendadas a la empresa queretana TAR. 

El Presidente impulsó el regreso de la aerolínea con el compromiso de ofrecer boletos a bajo costo; pero expertos confirman que existe otro trasfondo: beneficiar a su base principal, el Aeropuerto Felipe Ángeles.

Actualmente tiene 18 rutas aéreas, destacando Guadalajara, Tulum, Monterrey, Puerto Vallarta, Tijuana, Campeche, Mérida, Mazatlán y Acapulco. En junio pasado se anunció la adquisición de 20 aviones Embraer, con el objetivo de sumar a sus operaciones 11 destinos en el extranjero, como Canadá, Chicago, Nueva York, La Habana, Miami, Atlanta y Bogotá, entre otros.

La aerolínea tiene la meta de tres millones de pasajeros al año. Para cumplirla, el Gobierno de México debe invertir más de 20 mil millones de pesos para que la empresa se estabilice hacia 2028. 

Alejandro Sierra, presidente de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, acentúa que la recuperación de la aerolínea “es buena, dado el contexto histórico”. Pero en este momento, no se aprecia como un éxito. “La Federación tiene que abrir las puertas a la inversión privada”.